A Loquillo le encanta leer. Lee todo lo que cae en sus manos: cuentos, revistas, libros, las instrucciones del detergente, los ingredientes de las natillas de chocolate que tanto le gustan a su amiga Iria... Por eso es tan listo, porque cada día aprende un montón de cosas con sus lecturas. Y pensando en dos de las cosas que más le gustan: los libros y las matemáticas le ha surgido una pregunta: ¿Cómo podría medir un libro?
Pensando y pensando ha llegado a la conclusión de que lo podría medir de muchas maneras:
Podría medir, por ejemplo, en función de lo mucho que le ha hecho disfrutar:
Me ha gustado un montón o no me ha gustado nada.
Lo podría medir por el número de páginas que tiene: 15 páginas, 35 páginas o 42 páginas.
o lo podría medir para saber su tamaño. ¿Pero.... y eso como se hace?
Para resolver su duda Loquillo ha cogido su libro favorito y ha empezado midiendo con lo que tenía más cerca: sus pulgares. Os ha hecho una foto para que podáis verlo.
Su libro mide 4 pulgares de alto y 3 pulgares y medio pulgar más de ancho. Al acabar de medirlo se ha puesto loco de contento y le ha explicado a Pongo que a partir de ahora podrán saber lo que miden las cosas gracias a sus pulgares. Pongo le ha chocado los cinco con su patita para celebrar su descubrimiento. Loquillo al mirar el pulgar de Pongo se ha dado cuenta de que su idea es muy chula y sirve para medir, pero que tiene que seguir buscando más métodos de medida. ¿Por qué será? vamos a averiguarlo.
Elige tu cuento favorito y contesta las siguientes preguntas:
A) Mi cuento se titula: ___________________
B) Mi cuento mide ____________pulgares de alto.
C) Mi cuento mide ____________pulgares de ancho.
Ahora pídele a mamá o a papá que mida también tu libro:
Mi _________________ ha medido mi cuento y mide ______________ pulgares de alto
y _______________ pulgares de ancho.
¿Miden lo mismo? _____ ¿ por qué ? ________________________
Ahora para seguir jugando a medir, piensa en otras tres cosas que haya en casa y mídelas con otra parte del cuerpo como los palmos o los pies. Mídelo tú y después tu mamá o tu papá y luego cuéntanoslo.
¿Se os ocurre alguna otra manera para medir que solucione el problema que le ha surgido a Loquillo? Decídnoslo y se lo contamos a Loquillo.
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